jueves, 22 de julio de 2010

Together

Estamos atados. El mundo que gira lentamente es cómplice de cada susurro, de cada caricia llena de amor verdadero. Cada día se hace más fuerte, y no nos importan las reglas ni las convenciones. Son las paredes las que nos observan entre sus poros con ojos complacidos. Las sábanas y el frío, los árboles, el pasto. Somos como la naturaleza, cambiante pero siempre en armonía. Es increíble como de a poco hiciste renacer en mi eso que había estado apagado, eso que nunca se había encendido. Y cada fibra de género o cada gota de rocío, inundan nuestros pensamientos cuando pensamos en el futuro. Suspiramos, y el cielo nos escucha. Cantamos y reímos, y las estrellas miran como añorando esos amores que ya no se ven. Y la verdad, no me importa mucho el tiempo, ni los lugares. Sólo me importa la felicidad que a tu lado se hace cada vez más grande. Es posible que pueda caer. Es posible que muchas veces la pena llegue a mi mente, y algunas lágrimas inunden los ojos que con brillo incesante te observan cuando ríes. Es posible que suceda que entristezca, pero sólo tu presencia hace que volemos hacia un lugar donde no hay reglas, donde no hay rutinas ni espacio ni tiempo. Viajaremos algún día sin destino ni agenda. Será como ir a ese cielo en el cual no creemos. Será como estar en la luna, o en Marte, o en Júpiter. Sea lo que sea, sólo me importa estar a tu lado. Porque cada palabra que me susurras al oído me hace tiritar, y no importa nada más. Todo se detiene. Lo que importa es que el amor crece y crece. Que cada vez que repito que te amo, suena con más fuerza en mi cabeza, y el eco es infinito. Somos dos seres que decidieron amarse. Somos dos entes que pecan felices, y que no temen ir al infierno, porque parece ser el lugar más especial del mundo. Aunque quizás el infierno esté aquí, aunque no exista nada y exista todo. Aunque todo se derrumbe, seguiremos de la mano caminando por calles y ciudades. Es así como las cosas perduran. Es amor (:
Eres todo (:

martes, 20 de julio de 2010

Mi casa está donde estás tú,
los mismos ojos, la misma luz.
Mi casa está donde estás tú,
los mismos clavos, la misma cruz.
los mismos clavos, el mismo ataúd...
Tengo todo lo que quiero, sin embargo no sé qué me pasa, tengo una tristeza extraña. Al parecer nunca es suficiente. ¿Será así la naturaleza humana de mi ser? Quizás no es nada. Quizás lo es todo. La culpa de todo la tiene mi mente.

Cosas

No sé, nadie entiende. Por qué se hace tan dramático, tan desesperante. No puedo dormir en las noches, las manos me tiemblan, mis piernas tiemblan. Quiero gritar muy fuerte, llorar, y expulsar todo lo que en realidad siento. Puede ser una obsesión, puede ser un problema, no sé. No sé nada. Siento que en las noches duermo mal. Siento que tengo algo atado. Y a veces me siento tan bien, tan libre. A veces estoy tan feliz, pero eso se va rápido. Me siento atada, quizás a las normas del mundo, a los estereotipos que me amarran a la realidad. Puedo cruzar cordilleras, pero algo hay...un leve sentimiento de nostalgia. Es que necesito estímulos todo el tiempo. ¿Por qué será que nunca es suficiente? ¿Por qué será que cuando se aleja me pongo triste? Me puse a recordar la última vez que lo vi. Soy estúpida, tengo problemas serios. ¿Necesito ayuda? No lo creo. Lo que padezco no está en ningún libro. Se llama vida. Y no sé por qué, pero quiero llorar muy fuerte, y abrazarlo y besarlo. Que se quede para siempre. Que no se vaya. Es el miedo. Debe ser el miedo...Odio el miedo.

jueves, 8 de julio de 2010















A veces no sé por qué luchar...

miércoles, 7 de julio de 2010

Siento miles de cosas extrañas, siento y presiento, no siento y no presiento. La mente tiene tantas puertas y ventanas, tantos agujeros y escaleras. Es increíble como se puede pasar de un momento feliz a uno melancólico y nostálgico. Es maldito y mágico. Desde mariposas hasta noches frías; desde risas a casi llantos. Malditos pensamientos y momentos. Maldito existencialismo y maldito futuro. Temo, odio, repudio. Amo, siento, acaricio. Son tantas cosas y a la vez tan pocas e insignificantes. ¿Qué es lo importante? ¿Qué es lo vital o fundamental? Nada y todo. Todo depende de nada, y la nada depende del todo. Maldita filosofía, y malditos dolores de cabeza. Quiero gritar, saltar, correr, pero sería como escapar. Sería como llenarme de una vitalidad que a esta hora no me pertenece. Quizás es melancolía pura de las 11 de la noche. Quizás es el amor tan potente. Es eso, y no lo es. Sólo sé que respiro.

jueves, 1 de julio de 2010